Quieren poner freno a la moda del "scooter" eléctrico en Los Ángeles

Por Antonio Martín Guirado

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El sistema de patinetas de Bird se ha popularizado en San Francisco (California) (Bloomberg / David Paul Morris)
El sistema de patinetas de Bird se ha popularizado en San Francisco (California) (Bloomberg / David Paul Morris)

Aparecieron de la nada y ahora, tras dos meses de auténtico fervor, la moda de los "scooters" (patinetas eléctricas) podría llegar a un fin temporal, al menos en Los Ángeles (California), mientras se aprueban nuevas regulaciones para el uso de estos vehículos.

La segunda ciudad más grande de EE.UU. estudia desde hace semanas una serie de normas para los "scooters" que han inundado la ciudad desde comienzos de julio, pero una reciente propuesta del concejal Paul Koretz pretende prohibir los aparatos hasta que esas reglas se hayan aprobado.

Patinetas eléctricas (Bloomberg / David Paul Morris)
Patinetas eléctricas (Bloomberg / David Paul Morris)

Koretz sostiene que muchos usuarios vienen haciendo uso de los "scooters" de manera inapropiada e insegura, y que la propuesta pretende "proteger a los viajeros y a los peatones" mientras la ciudad ultima los detalles acerca de las normas por las que se deben regir estos vehículos.

De ser aprobada por la Alcaldía, la medida obligaría a las compañías propietarias de los "scooters" (Bird y Lime son las de mayor presencia) a retirar las patinetas eléctricas de las calles y aceras hasta que reciban los permisos necesarios para operar en la ciudad sin trabas, unos permisos que actualmente no se expiden.

"Bird ofrece una opción de transporte equitativa y respetuosa con el medioambiente que beneficia a los angelinos", dijo un portavoz de la empresa.

(Bloomberg / David Paul Morris)
(Bloomberg / David Paul Morris)

"Estamos trabajando con el Departamento de Transporte de la ciudad y otros funcionarios para desarrollar un marco regulatorio apropiado. Mientras, nos alienta el apoyo público y la acogida de los 'scooters' por parte de la población", agregó.

Koretz, miembro del Comité de Transporte de la ciudad, había expresado su apoyo a la iniciativa del "scooter" en meses anteriores, pero cambió de parecer al ver la realidad de la implantación de los vehículos en su propio barrio.

"Habré visto cientos de patinetas solo en Beverly Boulevard, donde vivo, y no he visto aún a una sola persona usando casco ni circulando por la calzada en vez de la acera", dijo.

La propuesta de Koretz encontró rápidamente oposición en Mike Bonin, que lidera el Comité de Transporte de la ciudad y quien considera que esta necesita "regulaciones inteligentes" y no "una completa prohibición".

La gente usa el teléfono para los scooters eléctricos compartidos de LimeBike en el Embarcadero en San Francisco. Foto: Bloomberg por David Paul Morris.
La gente usa el teléfono para los scooters eléctricos compartidos de LimeBike en el Embarcadero en San Francisco. Foto: Bloomberg por David Paul Morris.

Para Bonin, las patinetas eléctricas son un modo de transporte "asequible" y una alternativa adecuada al uso de automóviles para trayectos cortos.

"Si queremos ser serios a la hora de combatir el cambio climático, reducir las emisiones y el tráfico en la ciudad, debemos pensar en mejorar la movilidad", señaló.

Los Ángeles pretende seguir así el ejemplo de Beverly Hills, que a finales de julio aprobó una prohibición temporal de los "scooters" durante seis meses. La prohibición también ha tenido lugar en West Hollywood.

"Nadie de esas compañías vino a presentar su modelo de negocio ni a sentarse a hablar con nosotros", dijo el alcalde de la ciudad, John Duran. "Simplemente empezaron a desperdigar patinetas por las aceras", agregó.

Una persona viaja en un scooter eléctrico compartido de Bird Rides Inc. en el Embarcadero en San Francisco. Foto: de Bloomberg por David Paul Morris.
Una persona viaja en un scooter eléctrico compartido de Bird Rides Inc. en el Embarcadero en San Francisco. Foto: de Bloomberg por David Paul Morris.

La polémica, similar a la ocurrida cuando Uber y Lyft irrumpieron en el mercado sin presentar sus planes a las autoridades, ha ido a más desde que los "scooters" se fueron abriendo paso en dirección al este desde Santa Mónica, donde Bird y Lime lanzaron sus programas piloto.

De hecho, Bird ya tuvo que pagar 300.000 dólares en multas tras una denuncia de Santa Mónica por operar sin licencias ni permisos adecuados.

Foto: Washington Post por Robert Miller
Foto: Washington Post por Robert Miller

En julio, Uber y Alphabet anunciaron que se habían unido a un grupo de inversores para inyectar 335 millones de dólares en la startup Lime, empresa valorada ya en más de 1.000 millones de dólares, mientras que Bird posee un valor actual superior a los 2.000 millones de dólares.

Ambas empresas ofrecen un servicio similar por el que el usuario paga entre 15 centavos y un dólar por minuto de alquiler de estas patinetas eléctricas a través de sus respectivas aplicaciones para celular.

Estos vehículos, disponibles también en ciudades como San Diego, Washington DC, Dallas y Austin, alcanzan una velocidad de unos 25 kilómetros por hora y pueden ser estacionados en cualquier acera cuando termina su uso.

People ride Neutron Holdings LimeBike electric scooters on the Embarcadero in San Francisco on May 3, 2018. MUST CREDIT: Bloomberg photo by David Paul Morris.
People ride Neutron Holdings LimeBike electric scooters on the Embarcadero in San Francisco on May 3, 2018. MUST CREDIT: Bloomberg photo by David Paul Morris.

De noche, ambas compañías poseen empleados -muchos de ellos "millennials"- que se encargan de recoger, ordenar y recargar las baterías de los patinetes por la noche.

Tanto Bird como Lime confían ciegamente en su producto y, de hecho, ya han apostado por el mercado internacional, con presencia en ciudades como Berlín, Zúrich y París.

La gente monta las motonetas eléctricas de Neutron Holdings LimeBike en el Embarcadero en San Francisco. Foto: de Bloomberg por David Paul Morris.
La gente monta las motonetas eléctricas de Neutron Holdings LimeBike en el Embarcadero en San Francisco. Foto: de Bloomberg por David Paul Morris.

EFE