Cuba sigue a China y avanza en una zona económica de libre mercado

El gobierno comunista lanzó el ente regulador de la Zona Especial del Mariel, territorio libre de impuestos y de restricciones a las ganancias

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Cuba pondrá mañana sábado en vigor el decreto ley que regula la nueva Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM) con la apertura de la Oficina Regulatoria que recibirá y gestionará las solicitudes de inversionistas extranjeros interesados en establecerse en esos terrenos.

Esta zona de desarrollo es la primera que se creará en la isla con los objetivos de convertirse en un motor de la economía nacional, generar exportaciones, atraer las inversiones extranjeras y generar nuevas fuentes de empleo, entre otros objetivos.

La reconversión del Mariel (45 kilómetros al oeste de La Habana) en un moderno puerto rodeado de una gran zona industrial, logística y de servicios representa una de las principales apuestas del Gobierno de Raúl Castro dentro de su plan para "actualizar" la deprimida economía socialista de la isla.

La primera parte del proyecto ha consistido en modernizar el puerto con la construcción de una terminal de contenedores capaz de dar servicio a buques de mercancías de gran calado con vistas a aprovechar las potencialidades que ofrecerá a la zona del Caribe la próxima ampliación del Canal de Panamá.

La inversión prevista para esa obra asciende a 900 millones de dólares, de los que 640 corresponden a un préstamo aportado por Brasil, país con el que Cuba ejecuta el proyecto.

Se espera que en enero de 2014 los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y Brasil, Dilma Rousseff, inauguren la primera fase de la terminal de contenedores, que contará con un muelle de más de 700 metros.

Además del puerto, el Gobierno cubano quiere que el entorno del Mariel se convierta en una zona de desarrollo industrial con una extensión de 465.4 kilómetros cuadrados, en la que regirán políticas especiales para la inversión extranjera.

Entre las ventajas para atraer capitales foráneos a la ZEDM, el gobierno cubano ha establecido un régimen especial tributario que exonera de los impuestos por el uso de fuerza de trabajo y del pago sobre utilidades por 10 años.

Se liberará, asimismo, el pago impositivo aduanero por medios para inversiones en la zona y el impuesto sobre las ventas y servicios en el primer año de operaciones.

Por otra parte, los inversionistas extranjeros que se asienten en la ZEDM podrán transferir sus fondos o utilidades netas al exterior sin pagar impuestos o gravámenes, así como "repatriar" su capital.

La nueva normativa establece también un régimen laboral especial aunque la contratación de mano de obra debe, como sucede en la actualidad, realizarse a través de una entidad empleadora cubana.

Los inversionistas interesados en operar en la zona podrán hacerlo mediante la figura de la concesión administrativa en el caso de la gestión o explotación de servicios, obras o bienes públicos; o en calidad de usuarios para actividades de naturaleza productiva, comercial o de servicios.

Las inversiones extranjeras en la zona deberán ser aprobadas bien por la Oficina de la ZEDM o bien por el Consejo de Ministros si se trata de actividades como exploración de recursos naturales no renovables, explotación de recursos naturales, uso de fuentes renovables de energía o proyectos que impliquen transmisión de propiedad estatal, servicios públicos o desarrollos inmobiliarios.

También es el

Consejo de Ministros

quien autoriza o deniega proyectos en los que intervengan empresas de capital totalmente foráneo o que incluyan la participación de un Estado extranjero.